¿Cómo adaptar tu estrategia de datos en tiempos complicados?

Durante estos meses de pandemia, nos hemos dado cuenta (todavía más) de la importancia de disponer de los datos en tiempo y forma adecuados para tomar decisiones acertadas. Las tecnologías asociadas al ámbito de Data & Analytics crecen en cuanto a capacidades y funcionalidades a pasos agigantados para intentar hacernos la vida más fácil.

Es, por tanto, de gran valor entender cómo queremos que nuestra organización trabaje con los datos para elegir las tecnologías más adecuadas que nos permitirán cubrir las necesidades y funcionalidades deseadas.

¿Cuál es la gran dificultad?

Vivimos en un mundo en el que priman los resultados a corto plazo, la rapidez para disfrutar de nuevos features y el corto ciclo de vida de los desarrollos debido al crecimiento tecnológico exponencial.

Es por ello fundamental definir una estrategia de datos con objetivos claros y alcanzables y recorrer este camino con pequeños pasos que nos demuestren el valor de manera incremental e iterativa, acercándonos paulatinamente a nuestro objetivo.

En este punto, necesitamos entender el concepto “Estrategia”. Hagamos uso de la definición: "Serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado".

Extrapolando esta definición al ámbito que nos ocupa, la estrategia de datos debe tener como finalidad que las organizaciones trabajen con el dato como un activo que les permita ser más eficientes para completar los procesos de negocio.

Para definir la estrategia debemos trabajar en los siguientes puntos clave:

¿Dónde estamos actualmente?

• Arquitectura informacional actual: identificar de manera clara nuestros sistemas de información, las tipologías de datos generados en cada uno de ellos y su integración y transformación a lo largo de las distintas capas de nuestra Arquitectura de Datos.
• Cómo nuestra organización utiliza los datos: identificar los distintos perfiles de explotación de datos, tipologías de análisis de datos y patrones de consumo desempañados habitualmente.
• Necesidades de los equipos desarrolladores (Business Intelligence, Data Science, Data Engineering, TI…): conocer cómo cada uno de nuestros equipos de desarrollo utiliza el dato en las distintas etapas del ciclo de vida y comprender cuáles son las necesidades analíticas que se deben incorporar para facilitar el desarrollo de los proyectos de datos.
• Necesidades de las Áreas de Negocio: conocer cómo cada una de nuestras áreas y departamentos de negocio utilizan actualmente el dato y comprender cuáles son las necesidades analíticas para garantizar la accesibilidad y facilidad para el tratamiento y la explotación de los datos.

¿Qué decisiones vamos a tomar?

• Selección tecnológica: elaborar la lista de herramientas tecnológicas y fabricantes que pueden cubrir las necesidades identificadas tanto de los equipos desarrolladores como de las Áreas de Negocio, definiendo de manera clara los criterios técnicos y funcionales.
• Consenso en los puntos de decisión clave: el camino a recorrer dentro de una estrategia de datos conlleva aceptar cambios respecto a la forma de trabajar actual. Es de vital importancia hacer partícipe a toda la organización de las decisiones tomadas y lograr el beneplácito para vencer desde un primer momento la resistencia al cambio.
• Construir mediante la definición de MVP: el camino a recorrer para alcanzar los objetivos de nuestra estrategia de datos debe ser iterativo e incremental y estar orientado a incrementar el valor en cada uno de los pequeños pasos que se den durante la travesía. Piensa en grande pero ejecuta en pequeño.
• Gobierno de Datos by design: incorporar las mejores prácticas de Gobierno de Datos de manera transversal a cualquier práctica del ámbito de Data & Analytics para asegurar el entendimiento del significado de los datos, aplicación de procesos de calidad y cumplimiento con las normativas de seguridad y privacidad.

¿Cómo lo haremos?

• Ambición acompañada de realidad: el objetivo marcado debe ser ambicioso e innovador, pero debe estar acompañado de una dosis de realismo. La realidad de la organización en cuanto a tamaño y capacidad de los equipos y posibilidades de inversión debe acotar nuestra situación deseada.
• Casos de uso: identificar de manera conjunta con las áreas de Negocio los casos de uso que permitan mejorar la eficiencia de los procesos mediante una adecuada gestión y análisis de los datos.
• Formación y capacitación: entender las habilidades actuales de los equipos desarrolladores y de las Áreas de Negocio con el objetivo de diseñar un plan de formación y acompañamiento que facilite la adopción de la tecnología. La tecnología debe estar al servicio de las personas.

Los puntos clave anteriormente citados se trabajarán durante un periodo de reflexión en el que debemos tener en cuenta los siguientes principios:

• Humildad para reconocer los errores cometidos en el pasado.
• Transparencia para valorar las capacidades actuales de gestión del dato y el trabajo realizado durante años.
• Responsabilidad para racionalizar las necesidades reales y proponer retos alcanzables.
• Compromiso para concebir el dato como un activo transversal en toda la organización, participando de manera activa en la toma de decisiones.
• Visión estratégica para no supeditar el proceso de innovación a los objetivos tácticos.

"Diseñar una estrategia ganadora es el arte de hacer preguntas, experimentar y luego renovar constantemente el proceso de pensamiento al cuestionar las respuestas", Constantinos Markides.

Hemos definido la estrategia, ¿y ahora qué hacemos?

Definir una estrategia es una decisión valiente y en muchos casos necesaria para mejorar nuestro status quo y ser más competitivos en el mercado. Pero la estrategia también lleva de la mano un compromiso a nivel de organización y unas expectativas que debemos trabajar para alcanzar. Conseguir nuestros objetivos dependerá de nuestro esfuerzo diario y deberemos respetar, como mínimo, las siguientes directrices:

• Pasemos a la acción

"Los planes son solo buenas intenciones a menos que degeneren inmediatamente en un trabajo duro", Peter Drucker.

• Revisemos los resultados conseguidos de manera periódica

"La estrategia está muy bien, pero vale la pena pensar de vez en cuando en los resultados", Winston Churchill.

• No perdamos de vista nuestro objetivo

"Los buenos líderes empresariales crean una visión, articulan la visión, poseen apasionadamente la visión y la conducen implacablemente hasta su finalización", Jack Welch

• Seamos fieles a nuestra hoja de ruta

"Altere estrategias y tácticas, pero nunca sus principios", John Kessel.