Hoy día se oye hablar mucho de transformación digital y de empresas que evolucionan a un ritmo técnicamente insuficiente en comparación a lo que demanda su negocio.

Esta situación, ligada habitualmente a decisiones tecnológicas del pasado, condiciona las capacidades que tiene la compañía de explorar nuevas vías, abordar nuevos retos y, en definitiva, diferenciarse en un mercado tan difícil y cambiante como en el que nos encontramos hoy día.

Uno de los problemas más recurrentes, y que más ineficiencias genera, es la falta de organización en torno a los datos que se almacenan y los consiguientes problemas de explotación que éstos generan.

Muchas organizaciones están tomando la iniciativa remodelando completamente su arquitectura desde los cimientos, dándole protagonismo al dato y recuperando el terreno perdido.

Comencemos por el principio. La manera en la que se ha llegado a esa situación, como he comentado antes, es debido a decisiones tecnológicas adoptadas en el pasado, guiadas por metodologías de trabajo rígidas, originales del mismo tiempo, y que iban en la línea de construir diferentes aplicaciones que resolvieran cada una un problema muy concreto, creando de esta manera enormes silos.

Siguiendo esa arquitectura y sus principios, si ahora quisiéramos crear una funcionalidad que requiera información de los dos silos representados, tendríamos que crear complejos sistemas de interconexión entre aplicaciones o, peor aún, de sincronización de bases de datos para nutrir de información a esta nueva característica.

Ampliando el número de aplicaciones a incorporar en la arquitectura, nos encontraríamos con un escenario como el que representa el siguiente esquema:

No es una situación desconocida para nadie, es la realidad de muchas empresas. Sin embargo, nos va a dificultar muchas tareas:

Con esta visión tan centrada en las aplicaciones cuesta poner foco en lo que verdaderamente importa: los clientes y sus interacciones con el servicio que le ofrecemos.

Dejando a un lado la complejidad técnica, las escasas posibilidades para ofrecer información relevante en tiempo real, la difícil mantenibilidad de la arquitectura y, por tanto, lo costoso de esta solución, debemos plantearnos si ésta es la forma en la que queremos que nuestro negocio evolucione.

Hacer que nuestro negocio evolucione, es una misión que no es nada trivial, por eso debemos equiparnos con las mejores herramientas en cada caso. Valernos del enfoque que sigue Scrum u otro tipo de métodos Agile, a través del empirismo, las iteraciones cortas y las entregas de valor continuas e incrementales, nos va a permitir mejorar la interpretación de las verdaderas necesidades de nuestros clientes.

Desde nuestra visión, debemos promover e impulsar la transformación digital de las empresa****s siguiendo un enfoque diametralmente opuesto en forma y fondo. Ponemos énfasis precisamente en los clientes que van a relacionarse con nuestro negocio y cómo interactúan con él, es lo que llamamos solución Customer Centric*.*

Queremos conocer mejor a nuestro cliente y estar preparados para responder inmediatamente a sus necesidades presentes y futuras. Es por tanto indispensable, en la sociedad tan conectada en la que vivimos, darle al cliente la capacidad de tener acceso omnipresente a los productos y servicios en todo momento, Digital Channels.

No sólo debemos guardar el dato de manera organizada, además, completamos esta visión con la capacidad de analizar y procesar en tiempo real todos los datos obtenidos, para convertirnos en una empresa impulsada por los datos que mejore la toma de decisiones aplicando inteligencia a los mismos, Data Intelligence*.*

Estos tres conceptos clave giran en torno a los datos que tenemos y al uso que vayamos a hacer de ellos. Data Centric es nuestro planteamiento y se yergue como columna vertebral sobre la que guiarnos en la transformación digital de nuestros clientes.

Como si de un planeta se tratara, con la arquitectura Data Centric construimos un sistema de capas que permite la homogeneización, el aprovechamiento de los recursos y las sinergias que van a facilitar la construcción de aplicaciones inteligentes, ricas y con una visión única sobre el dato, es decir, el cliente.

Dato

En el centro de la arquitectura se encuentra el dato. Combinaremos almacenamiento en cachés, documentos, búsquedas semánticas, transaccional etc. Debemos utilizar el mejor almacenamiento de datos posible para cada caso de uso concreto, este concepto se conoce como Multi-Datastore. Es posible gracias a que la capa de DaaS abstrae el acceso a estos contenedores de información.

Inteligencia

Sobre el dato existe una capa que aplicará inteligencia sobre el mismo enriqueciéndolo y pasándolo de raw data a smart data. En esta capa podremos ejecutar operaciones de machine learning o inteligencia artificial para aportar la máxima inteligencia posible al dato y ponerlo a disposición de negocio en tiempo real.

DaaS o Data as a Service

Es el único punto de acceso a los datos. Centralizará la interacción con el modelo independizando el modelo lógico del físico. Nos permite separar el funcionamiento de las aplicaciones de negocio de los motores de almacenamiento gracias al mantenimiento de esta capa que ejerce de proxy entre ambos mundos. De esta manera, si quisiéramos cambiar una tecnología de almacenamiento o incluir una nueva, podríamos hacerlo manteniendo la interfaz con la capa de negocio.

Negocio

Serán todos los servicios que proveen las funcionalidades necesarias para el negocio. Esta capa será la que expongamos vía API, idealmente a través de algún API Manager para ser reutilizada por todas las aplicaciones que estimemos oportuno, ya sean internas o de terceros. Reutilizando esta capa de servicio entre aplicaciones conseguiremos reducir las líneas de código desplegadas y mantener una visión uniforme de la información.

Aplicaciones

Web, móviles, el CRM de la compañía, etc... son algunos ejemplos de aplicaciones finales que interactúan con la arquitectura Data Centric desde la última capa y que se aprovechan de toda la capa de servicios puestos a su disposición. En este escenario es fácil hacer crecer el ecosistema de aplicaciones haciendo uso de recursos ya disponibles.

Como se percibe con la arquitectura expuesta, gracias a Data Centric somos capaces de:

Son muchos los beneficios de la arquitectura Data Centric. En este post, he dado un breve esbozo del amplio potencial que tiene, y en absoluto digo que sea un camino fácil, pero la pregunta que debes hacerte es si tu empresa está preparada para afrontar el reto de transformarse y girar hacia un modelo en el que el dato, y la información que inferimos de él, tiene el verdadero protagonismo.

Andar este camino de la mano de Agile, aplicando cambios culturales y tecnológicos ambiciosos es lo que va a dotar a tu organización de personas motivadas, tecnológicamente inquietas y ávidas por probar y descubrir nuevos límites, lo que redundará en flexibilidad para adaptarse a los cambios del mercado, buscar nuevas vías de negocio y en definitiva aportar más valor a la sociedad en la que vivimos.

Es responsabilidad de todos construir una sociedad mejor, pero ten por seguro que no estás solo.

DTMA, ¿Conoces el nivel de Transformación Digital de tu compañía?

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