Que el entorno en el que nos encontramos está en constante cambio es algo que ya tenemos interiorizado así que, si queremos ser competitivos y mantener (o mejorar) nuestra posición en el mercado, tenemos que meter el turbo en cómo hacemos las cosas.

Esto no significa llevar a cabo nuestras tareas deprisa y corriendo, ni nos sirve como excusa para no pararnos a reflexionar y definir una estrategia. Todo lo contrario, enfrentarse al mercado con una estrategia y un plan adaptable a las evoluciones del mercado es imprescindible, porque este entorno cambiante no perdona los fallos.

Lo que hay que replantearse es la forma en la que veníamos haciendo las cosas, descartar modelos tradicionales, no gastar tiempo escribiendo un Business Plan extenso y detallado y buscar un método de trabajo colaborativo y eficiente.

Una de las herramientas que permite hacer más eficiente el planteamiento de la estrategia de un producto digital son los “canvas”.

Un “canvas” permite recoger toda la información necesaria en una sola página, de forma que se entienda mucho mejor. Permite organizar de manera lógica y visual la forma en la que las empresas crean valor, reflejando en una sola hoja las fortalezas y debilidades para poder obtener una imagen del conjunto.

Ya es de por sí una herramienta muy poderosa, pero en Paradigma hemos comprobado que puede serlo aún más si se realiza dentro de una dinámica.

Trabajar con dinámicas

Para la realización de estas dinámicas no se necesita una infraestructura especial ni materiales sofisticados. Si os decidís a probar, os damos una serie de recomendaciones que pueden ayudaros a incrementar el valor del resultado de las dinámicas:

Distintos tipos de canvas

Business Model Canvas

Es el canvas original para definir o reenfocar la estrategia empresarial. Creado en 2008 por Alexander Osterwalder, el canvas o lienzo en dos zonas consiste en usar el área izquierda del canvas para evaluar agentes internos a la compañía y el área derecha para analizar el entorno. De esta forma, se consigue representar el negocio como una relación entre 9 bloques de las diferentes zonas: segmentos de clientes, canales, relación con clientes, propuesta de valor, actividades clave, recursos clave, socios clave, ingresos y costes.

Lean Canvas

De la unión del Business Model Canvas con la metodología Lean, surge el Lean Canvas. Cuenta con un enfoque más simple de solución de problemas pensado para emprendedores y startups, pero que puede ser utilizado más allá de este ámbito. Por ejemplo, puede aplicarse en proyectos que están a punto de ponerse en marcha o para reforzar la estructura de empresas ya consolidadas.

En el caso del Lean Canvas, los bloques sobre los que se trabajan son: segmentos de clientes, problemas, proposición de valor, soluciones, canales, flujos de ingreso, estructura de costes, métricas y ventajas diferenciales de la marca en relación con sus competidores.

La diferencia fundamental con el Business Model Canvas es que, en el primero, el lienzo se divide en dos partes (entorno y empresa). Mientras que en este caso se desarrolla una visión más práctica en busca de un modelo de negocio viable, se conserva la parte del entorno de la derecha, pero la izquierda se enfoca en realizar una reflexión sobre los productos o servicios a ofertar.

Value Proposition Canvas

Diseñado por el mismo creador que el Business Model Canvas, Alexander Osterwalder, tiene el objetivo de entender mejor a los clientes y construir productos o servicios que realmente tengan valor para ellos. Se centra en dos bloques que incluyen los canvas anteriores: el segmento de clientes y la propuesta de valor.

Se compone de tres elementos: perfil de cliente, mapa de valor y, por último, el tercer elemento del modelo, cuando ambas partes coinciden o el encaje. De esta forma, utilizando esta herramienta, podremos contrastar las necesidades del cliente con la propuesta de valor a crear, evitando así perder el tiempo con ideas que no funcionan.

El Value Proposition Canvas puede utilizarse por separado para ayudar a diseñar un producto o servicio, o bien de forma conjunta con el Business Model Canvas o el Lean Canvas para trabajar la parte de propuesta de valor que incluyen ambos en su parte central.

Conclusión

Los canvas son herramientas útiles para definir la estrategia a seguir en el diseño de productos digitales.

Sin embargo, no tienen que ser una foto fija del momento en el que se realizan. Los resultados que se generen no pueden caer en el olvido, tienen que ser documentos dinámicos y vivos, que se revisen frecuentemente porque las asunciones realizadas hoy pueden cambiar en cualquier momento por razones internas o externas a la propia empresa.

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