Este pasado fin de semana, y coincidiendo con el UXSpain de Gijón, llegó a Madrid el JSDay, un evento para reunir a aquellos apasionados del JavaScript.

No tiene mucho sentido hablar de cada una de las charlas, porque esa información la podemos encontrar en la página web del evento. Y ya que hubo streaming, las charlas llegarán a Internet en los próximos días.

En este post, contaré mi experiencia en el primer encuentro de esta magnitud al que asisto.

De qué se habló en el evento

El mensaje fundamental que se transmitió fue: JavaScript es mucho más que un lenguaje de navegadores. Es un lenguaje dispuesto a abarcarlo todo (y es muy capaz de hacerlo). Hace unos años apareció (con gran aceptación) Node.js, que trasladaba por primera vez JS al lado del servidor. También ha aparecido en bases de datos, CouchDB incorporó JavaScript como lenguaje de querys ya por el 2005.

Hoy en día también está presente en otras grandes bases de datos NoSQL como MongoDB. También estos últimos años ha vivido su expansión hacia el mundo de apps móviles con aplicaciones híbridas. No conforme con eso, está comenzando su expansión hacia el mundo del IoT y la realidad virtual, y vimos 2 charlas relacionadas con IoT y una fantástica introducción a VR en el navegador con JavaScript.

También el networking fue uno de los pilares del JSDay. Todos los sponsors lanzaban el mismo mensaje: “estamos creciendo y buscamos talento”, lo que demuestra que no solo hay un interés por JavaScript, sino que existe una demanda de profesionales del sector.

El primer día, además de un workshop de NativeScript, hubo “Lighting talks”, charlas relámpago de 10 minutos en que distintos ponentes presentaban un tema relacionado con JavaScript. Las charlas fueron bastante variadas y se hizo bastante ameno.

Se habló de React y cómo usarlo desde el servidor; de Ionic, ese framework para hacer apps nativas desde Angular, e incluso se habló de cómo mejorar los procesos de entrevistas o cómo vender una idea mejor a posibles clientes/inversores. Quizás lo peor de ese día, fue ver que los ponentes aprovecharon parte de esos ya escasos 10 minutos de exposición para promocionar su empresa ante todos los asistentes.

El segundo día había charlas de 45 minutos y varios workshops. Tras un genial repaso a la historia de JavaScript a lo largo de los años, en los que la gente trabajaba sin herramientas tan básicas como JSON o AJAX, dio comienzo el multitrack del evento.

Con esto del multitrack tenías que estar ágil cambiando de sala para no molestar a los ponentes, y, si te interesaban charlas en inglés, estar cambiando el chip del idioma. Me llevé la sensación de que había charlas de muchísimo nivel.

Una de las charlas más innovadoras, en mi opinión, fue la de Belén Albeza, que nos habló de A-frame. Un framework de realidad virtual para el navegador. Digo innovadora, porque tuvo que advertirnos de que todavía no es un estándar en los navegadores y tardaría un tiempo en llegar de forma unificada a la web. De hecho, si miramos en caniuse.com vemos que todavía le falta recorrido.

Belén nos enseñó un ejemplo de aplicación con realidad virtual, con cilindros situados en los 360º que rodean al usuario, que cambiaban de tamaño y color a la par que se reproducía música. Concluyó la charla mencionando varias herramientas para iniciarse en el desarrollo de realidad virtual con A-Frame como un motor de física (aframe-physics-system).

También hubo en esta edición del JSDay una charla menos ligada a JavaScript, aunque también muy interesante, que trataba de WebAssembly. Matjaz Drolc nos hizo una breve introducción de cómo podíamos portar código escrito en C++ a los navegadores web.

Aunque todavía no todos los navegadores permiten trabajar con WebAssembly, el rendimiento del código compilado en WebAssembly, tal y como se demostró en la propia charla, es muy superior al de JavaScript. Webs en la que se realizan muchos cálculos, como las de videojuegos, sin duda se beneficiarán de esta mejora de rendimiento.

Además, este año contamos con la presencia de James Halliday, creador de Browserify, uno de los más grandes en el mundillo de JS, cuya charla (la penúltima del JSDay) fue simplemente brillante.

Cómo fue el evento

Se apostó por tener varios tracks en paralelo para permitir que haya charlas en español (Track principal), en inglés (Track internacional), y un tercer track llamado “Rising Stars” en que gente menos conocida en la comunidad tenía la ocasión de presentarnos algo. Además de estos 3 tracks, había talleres más prácticos (y más largos) a lo largo del día.

El tener un track en inglés fue un punto polémico, ya que en esta edición asistieron pocos extranjeros y, en general, mucha gente hubiera preferido una charla en su lengua materna, que siempre te enteras mejor.

El objetivo, sin duda, era internacionalizar el evento y conseguir que viniera más gente de todo el mundo a compartir conocimientos, cosa que solo puede hacerse con un track internacional. Pero este año hubo más inconvenientes que beneficios, habrá que esperar al año que viene a ver si hay un público más internacional.

En cuanto a la ubicación del evento: geográficamente estaba bien localizado, céntrico, con paradas de metro y de bus cercanas… Sin embargo, había puntos a mejorar.

Ya en la introducción nos avisaron que, salvo casos especiales, no dispondríamos de Wi-Fi, ya que no había capacidad para todos. Un chasco, ya que en una charla llena de desarrolladores, y en las que el networking tiene un cierto protagonismo, no tener una buena conexión a Internet es una carencia fundamental. Por no hablar de los workshops en los que había que hacer ejercicios prácticos.

El audio fallaba de vez en cuando. Si hubiésemos hecho lo que propuso Belén en su charla de VR y cada vez que se acoplase el audio nos hubiéramos bebido un chupito, habríamos acabado el día muy mal.

La organización hizo una gran labor por tener un perfil lo más heterogéneo posible, además de incluir un track internacional, vimos como un 25% de los ponentes fueron mujeres que, en un sector que tiene poca presencia femenina, se puede considerar todo un éxito.

Además, el precio de las entradas fue muy inferior al de conferencias equiparables del resto de Europa. Estudiantes y desempleados compraron su entrada por el módico precio de 20 euros.

¿Valió la pena?

¡Claro! La relación calidad precio ha sido estupenda. Hay margen de mejora en varios aspectos, pero es una reunión única de profesionales del sector en Madrid para compartir su amor por JavaScript (y sus conocimientos).

El nivel de las conferencias fue increíble y se tocaron (casi) todos los aspectos del JS actual y las novedades que traerá próximamente. Se habló de front, y de back, y de mobile, y de IoT, y de VR, y de UX, y de Data Science, y de WebAssembly.

También hubo mención a los grandes frameworks del momento: Angular, React y VueJS. En resumen, tuvieras el perfil que tuvieras, acababas la conferencia habiendo aprendido algo nuevo de JavaScript y toda la comunidad que la rodea.

El año que viene volveré sin duda.

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